Entradas

Mostrando entradas de 2014

El parque

          Llovía. Eso podía afirmarlo con rotundidad, con tanta seguridad como le permitía su atrofiada capacidad de razonar. Llovía mucho . Eso le llenaba de orgullo, porque sabía que llovía porque él estaba allí, sentado en aquel banco salido de un cuadro de algún pintor parisino con sombrero de copa. Él podía controlar el tiempo; si él quería, podía hacer que lloviera, que nevara, que cayeran rayos y relámpagos y truenos sin compasión sobre los pobres mortales del planeta Tierra. Él era DIOS. ¡Vaya si lo era! La gente, tarde o temprano, se daría cuenta de esa inevitable situación, y se alegraría de tenerle a ÉL como Dios, y no a cualquier otro pardillo mediocre sin cerebro ni agallas que se compra la misma televisión que el vecino.     Helder pensaba en todo esto cuando se dio cuenta de que las letras del periódico ya eran ilegibles. La lluvia era cada vez más fuerte, y era implacable: nada ni nadie que estuviera debajo podría sa...

La debilidad que me hace ser fuerte

     Pues sí, me apetece quejarme. Resulta que llevo un mes sintiéndome agotado, estresado, taciturno, ansioso, y un poco hasta las pelotas. Esto último precisamente porque pocas veces en mi vida me he quejado de nada y últimamente, que he sentido la necesidad de hacerlo, porque no podía más, porque realmente necesitaba expresarlo y apoyo y palabras de ánimo, he recibido, en recompensa, más prejuicios y palabras condescendientes que nunca.       Por hacer un resumen hiper-breve, un micro-relato de mi vida, he tenido que cuidar de mí mismo y buscar mi propio camino desde que tengo uso de razón: trabajar desde los dieciocho muchas veces en condiciones de explotación para poder salir de un entorno familiar tóxico, violento y nocivo, mientras cada año, cada puto año, he intentado seguir teniendo la ilusión y la motivación para estudiar y hacer todo aquello por lo que siento pasión; me fui de casa a los veinte (demasiado tarde para mi gusto y para mi salu...